OTOÑO

Cuando el verano declina y se acerca el otoño, se produce una pausa, un período en el cual el tiempo parece detenerse. Las plantas se despojan de todo aquello que ya no les sirve pero que transformado será lo que más adelante las alimente y las horas de luz se empiezan a acortar.
Según el I Ching o Libro de las Mutaciones, los trigramas que rigen el Otoño son El Viento Suave y el Agua Abismal.
Sólo si nos mantenemos maleables y flexibles podrá el Viento Suave movernos y ayudarnos a dejar ir aquello que ya no nos sirve: formas de hacer que ya no van más, creencias que nos limitan. El Viento Suave tiene como cualidad lo penetrante porque su trabajo manso pero continuado tiene la capacidad de transformar completamente el paisaje, sin esfuerzo.
El Agua Abismal es el trigrama que rige el final del Otoño. Su característica es lo peligroso, también llamado lo profundo, puede resultar peligrosa porque tiene la potencia para llevarse aquello que el Viento Suave no se llevó. El Agua Abismal es un símbolo de todo lo que aún desconocemos dentro de nosotrxs mismxs.
Esta edición Otoño tiene como objetivo trabajar haciendo hincapié en la evolución de los procesos creativos a través de la reducción y el desestancamiento.
Las fuerzas del Otoño ayudan a deshacerse de lo que ya no es necesario y guardar sólo aquello que será preciso para el invierno. Comienza el viaje de vuelta y de descenso hacia adentro, hacia el centro.